Equipo Electrónico
5 años, contra una pérdida o daño interno y externo que sufran los equipos eléctricos o electrónicos detallados por el asegurado.
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Coberturas
Daños físicos, que incluyen los siguientes riesgos:
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Mal Manejo
Negligencia o malevolencia por parte de empleados u otros.
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Robo con violencia y/o asalto
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Defectos o desperfectos en diseño y material
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Incendio, rayo y explosión
De cualquier tipo (incluyo daños causados por extensión de incendio y operaciones de salvamento)
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Cortocircuito, quemaduras superficiales
Carbonización, humo, hollín.
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Fuerzas de la naturaleza
Como tempestad, inundación, granizo, corrimiento de tierra; a excepción de peligros sísmicos.
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Cualquier influencia de agua y humedad
Así como la corrosión resultante.
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Cualquier otro accidente
Que no se excluya específicamente en las Condiciones Generales.
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Pérdida o daños causados directa o indirectamente
Por fallo o interrupción en el aprovisionamiento de energía eléctrica de la red pública; siempre y cuando los equipos amparados tengan la protección correcta para el abastecimiento de energía del equipo.
Coberturas adicionales
- Gastos adicionales Pérdida de datos y de soporte de datos.
- Gastos Extraordinarios.
- Terremoto, Maremoto y Actividades Sísmicas.
- Huelgas y Motines
- Gastos de Fletes Aéreos.
- Pérdidas o daños ocasionadas por exceso y bajas de voltaje, inducción.
Bienes asegurables
- Instalaciones de procesamiento electrónico de datos (computadoras) y otros equipos similares.
- Instalaciones y equipos de medicina.
- Instalaciones de Telecomunicaciones.
- Cualquier otro equipo en el cual su funcionalidad esté dada por el uso de tarjetas electrónicas.
Importancia de los seguros
Cabe recordar la impresión que tuvo Giovanni Papini al contemplar Nueva York desde lo alto del Empire State, por entonces el edificio más grande del mundo. Estaba el novelista asomado a un ventanal cuando Henry Ford le saludó. El industrial americano le preguntó qué hacía allí tan solo, a lo que el escritor le contestó que estaba admirando la ciudad y que le parecía mentira que los hombres hubieran sido capaces de construir algo tan grandioso. El magnate del automóvil se quedó un momento pensativo y le dijo que se equivocaba: “Esta ciudad no la han hecho los hombres. La han hecho los Seguros”
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